Genealogía (ilustrada) de la imaginación (moderna)

A la luz de los recientes avances en las tecnologías de aprendizaje maquínico [machine learning algorithms] y redes neuronales [neural networks] muchas de las operaciones que permanecían dominio exclusivo de lo humano han comenzado a ser delegadas en aparatos técnicos. Se trata de operaciones tales como: reconocimiento de imágenes, identificación de patrones, predicción de tendencias a partir de antecedentes pasados, juicios determinantes que subsumen un caso particular a una ley universal, o incluso juicios reflexivos que aspiran a extraer una ley universal a partir de casos particulares.

Durante largo tiempo, el estudio de estas operaciones ha ocupado la atención de la filosofía. Es como si en ellas se encontraran algunos de los secretos de nuestra singularidad en tanto animales humanos: nuestra capacidad de poner en relación lo universal con lo particular. Son estas operaciones las que han dado [y en parte siguen dando] sostén a la distinción entre humanos y animales, y entre humanos y máquinas. Las oposiciones Cultura-Naturaleza y Cultura-Técnica se levantan en gran medida sobre la exclusividad del humano para realizar estas operaciones. Con su automatización técnica, sin embargo, estas oposiciones parecen perder terreno: ¿en qué medida podemos seguir hablando de una separación radical entre agentes humanos y no-humanos cuando muchas de las operaciones que aseguraban la singularidad de los primeros comienzan a ser realizadas (a veces de manera más eficiente) por los segundos?

El objetivo de la presente genealogía es rastrear algunas características de la imaginación humana tal como esta facultad ha sido pensada por la filosofía moderna [siglos XVII-XX]. Con ello se busca sentar las bases para avanzar la reflexión crítica sobre las tecnologías presentes en una doble dimensión: i) identificar algunas de las principales operaciones que definieron a la razón y al entendimiento humanos en la consolidación de la modernidad y en su definición de lo humano; ii) valorar en qué medida seguimos apelando a estas operaciones para salvaguardar la singularidad de lo humano ante las recientes innovaciones tecnológicas o, por el contrario, en qué medida la posibilidad de automatizar estas operaciones pone en entredicho los marcos categoriales a través de los cuales esta singularidad había sido comprendida históricamente.

Esta genealogía ilustrada se compone de citas recopiladas de distintas obras del pensamiento filosófico sobre el concepto de imaginación, organizadas estas en ocho secciones: la imaginación como caja negra; la imaginación como facultad de representación; imaginación y finitud; la imaginación como facultad de asociación; la imaginación como facultad de anticipación; el esquematismo; la imaginación técnica; y el enfoque fenomenológico. Al final se incluye un listado de las referencias bibliográficas utilizadas.


La imaginación como caja negra

“Nada hay más admirable que la rapidez con que la imaginación sugiere sus ideas y las presenta en el instante mismo en que se habían hecho útiles o necesarias. la fantasía corre de un extremo a otro del universo al reunir las ideas que corresponde a cualquier asunto. Hasta podría pensarse que todo el mundo intelectual de las ideas está de golpe presente ante nosotros, y que no necesitamos sino recoger las que son más adecuadas para nuestros propósitos. Sin embargo, no es necesario que estén presentes sino justamente aquellas ideas que han sido actualizadas por una especie de facultad mágica del alma, que, aun siendo siempre más perfecta en los más grandes genios (y a eso es precisamente lo que llamamos genios) es con todo inexplicable para el entendimiento humano por grandes que sean sus esfuerzos.”

David Hume, Tratado de la naturaleza humana, 1739 [1992, pp. 70-71]

“¡Misteriosa facultad la de esta reina de las facultades!”

 

“La imaginación en la que ha enseñado al hombre el sentido moral del color, del contorno, del sonido y del perfume. Ella ha creado, al comenzar el mundo, la analogía y la metáfora. Ella ha compuesta toda la creación, y, con materiales amasados y dispuestos siguiendo reglas cuyo origen no podemos encontrar más que en lo más profundo del alma, crea un mundo nuevo, produce la sensación de lo nuevo.”

Charles Baudelaire, Salón de 1859. Carta al Sr. Director de la Revue Francaise, 1859 [2017, p. 236]

“El esquematismo del entendimiento es un arte escondido en las profundidades del alma humana, cuyas verdaderas operaciones difícilmente le adivinemos alguna vez a la naturaleza y las pongamos en descubierto a la vista.” [B181]

Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, 1787 [2003, p. 306]

La imaginación como facultad de representación

“Imaginación es la facultad de representar en la intuición un objeto aún sin la presencia de él.” [B151]

Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, 1787 [2003, p. 288]

“Aun después que el objeto ha sido apartado de nosotros, si cerramos los ojos seguiremos reteniendo una imagen de la cosa vista, aunque menos precisa que cuando la veíamos. Tal es lo que los latinos llamaban imaginación.”

Thomas Hobbes, Leviathan, 1651 [1984, pp. 9-10]

“Hallamos por experiencia que cuando una impresión ha estado presente a la mente aparece de nuevo en ella como idea. Esto puede hacerlo de dos maneras: o cuando retiene en su reaparición un grado notable de su vivacidad primera, y entonces es de algún modo intermedia entre una impresión y una idea, o cuando pierde por completo esa vivacidad y es enteramente una idea. La facultad por la que repetimos nuestras impresiones del primer modo es llamada memoria; la otra, imaginación.”

David Hume, Tratado de la naturaleza humana, 1739 [1992, p. 52]

Imaginación y finitud

“Cualquiera cosa que imaginemos es finita. Por consiguiente no hay idea o concepción de ninguna clase que podamos llamar infinita. Ningún hombre puede tener en su mente una imagen de cosas infinitas ni concebir la infinita sabiduría, el tiempo infinito, la fuerza infinita, o el poder infinito. Cuando decimos que una cosa es infinita, significamos solamente que no somos capaces de abarcar los términos y límites de la cosa mencionada, con lo que no tenemos una concepción de la cosa, sino de nuestra propia incapacidad. […] Cualquier cosa que concebimos ha sido anteriormente percibida por los sentidos, de una vez o por partes, y un hombre no puede tener idea que represente una cosa no sujeta a sensación. En consecuencia, nadie puede concebir una cosa sino que debe concebirla situada en algún lugar, provista de una determinada magnitud y susceptible de dividirse en partes.”

Thomas Hobbes, Leviathan, 1651 [1984, p. 20]

“Y yo quisiera que alguien tratase de imaginar un sabor jamás probado por su paladar, o de formarse la idea de un aroma nunca antes olido. […] Nadie puede imaginarse otras cualidades de los cuerpos, como quieran que estén constituidos, de las cuales se pueda tener noticia, fuera de sonidos, gustos, olores, y cualidades visibles y tangibles. Y si la humanidad hubiese sido dotada solamente de cuatro sentidos, entonces, las cualidades que son el objeto del quinto sentido estarían tan alejadas de nuestra noticia, de nuestra imaginación y de nuestra concepción, como puedan estarlo ahora las que pudiesen pertenecer a un sexto, séptimo u octavo sentidos.”

John Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano, 1689 [2005, pp. 98-99]

“Advierto en primer lugar la diferencia que hay entre la imaginación y la pura intelección o concepción. Por ejemplo, mientras imagino un triángulo, no lo concibo sólo como una figura compuesta y comprendida por tres líneas, sino que, además, considero estas tres líneas como presentes por la fuerza y la aplicación de mi espíritu; y es a esto propiamente a lo que llamo imaginar. Si quiero pensar en un quiliógono, bien concibo en verdad que se trata de una figura compuesta de mil lados, tan fácilmente como concibo que un triángulo es una figura compuesta de tres lados solamente, pero no puedo imaginar los mil lados de un quiliógono, como sí hago con los tres del triángulo, ni, por así decirlo, mirarlos con los ojos de mi espíritu como si estuviesen presentes.”

René Descartes, Meditaciones metafísicas, 1641 [2017, p. 123]

La imaginación como facultad de asociación

“La imaginación se refiere solamente a aquellas cosas que antes han sido percibidas por los sentidos, bien sea de una vez o por partes, en tiempos diversos; la primera (que consiste en la imaginación del objeto entero tal como fue presentado a los sentidos) es simple imaginación; así ocurre cuando alguien imagina un hombre o un caballo que vio anteriormente. La otra es compuesta, como cuando de la visión de un hombre en cierta ocasión, y de un caballo en otra, componemos en nuestra mente la imagen de un centauro.”

Thomas Hobbes, Leviathan, 1651 [1984, p. 11]

“La imaginación no se ve obligada a guardar el mismo orden y forma de las impresiones originales, mientras que la memoria está de algún modo determinada en este respecto, sin capacidad alguna de variación […] La memoria preserva la forma original en que se presentaron sus objetos […] La función primordial de la memoria no es preservar las ideas simples, sino su orden y posición […] Por otro lado, la imaginación tiene la libertad para trastocar y alterar el orden de sus ideas […] Todas las ideas simples pueden ser separadas por la imaginación y unidas de nuevo en la forma que a ésta le plazca.”

David Hume, Tratado de la naturaleza humana, 1739 [1992, pp. 53-54]

“Para entender mejor la naturaleza, el modo, y el alcance de nuestro conocimiento, es de observarse cuidadosamente una circunstancia respecto a las ideas que tenemos, y es que algunas de ellas son simples y algunas son complejas […] Una vez que el entendimiento está provisto de esas ideas simples tiene la potencia de repetirlas, compararlas y unirlas en una variedad casi infinita, de tal manera que puede formar a su gusto nuevas ideas complejas […] Esto se asemeja mucho al dominio que tiene el hombre sobre el mundo de las cosas visibles, donde su poder, como quiera que esté dirigido por el arte y la habilidad, no va más allá de componer y dividir los materiales que estén al alcance de su mano; pero es impotente en el sentido de hacer la más mínima partícula de materia nueva, o de destruir un sólo átomo de lo que ya está en ser.”

John Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano, 1689 [2005, pp. 97-98]

“Además de las ideas, con sus penas y placeres anexos, que son presentadas por los sentidos, la mente del hombre posee una especie de poder creativo de por sí, sea representando a su antojo imágenes de cosas en el orden y según la manera en que fueron recibidas por los sentidos, o combinando aquellas imágenes de una nueva manera y según un orden diferente. Este poder se llama imaginación y ella pertenece todo lo que llamamos ingenio, fantasía, invención, y lo que se le parece. Pero hay que tener en cuenta, que tal poder de la imaginación es incapaz de producir nada absolutamente nuevo: solo puede variar la disposición de aquellas ideas que ha recibido de los sentidos.”

Edmund Burke, Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo bello y lo sublime, 1757 [1987, pp. 11-12]

“Para ser breve, me veo obligado a omitir un sinfín de corolarios resultantes de la forma principal, en la que está, por así decirlo, contenido todo el formulario de la verdadera estética, y que puede expresarse así: todo el universo visible no es sino un almacén de imágenes y signos a los que la imaginación dará un lugar y un valor relativo; es una especie de pasto que la imaginación debe digerir y transformar. Todas las facultades del alma humana deben estar subordinadas a la imaginación.”

Charles Baudelaire, Salón de 1859. Carta al Sr. Director de la Revue Francaise, 1859 [2017, p. 242]

A partir de este principio, “el conjunto inmenso de los artistas puede dividirse en dos campos bien diferenciados: éste, que se llama a sí mismo realista, y que nosotros llamaremos positivista, dice: «Quiero representar las cosas tal y como son, o bien como serían, suponiendo que yo no existiera». El universo sin el hombre. Y este otro, el imaginativo, dice: «Quiero iluminar las cosas con mi espíritu y proyectar el reflejo sobre otros espíritus».”

Charles Baudelaire, Salón de 1859. Carta al Sr. Director de la Revue Francaise, 1859 [2017, p. 242]

La imaginación como facultad de anticipación

“¿Qué decimos de un diplomático sin imaginación? Que puede conocer muy bien la historia de los tratados y de las alianzas en el pasado, pero que no adivinará los tratados y las alianzas contenidos en el futuro. ¿De un sabio sin imaginación? Que ha aprendido todo aquello que, habiendo sido enseñado, podía ser aprendido, pero que no encontrará las leyes que aún no han sido adivinadas.”
“La imaginación es la reina de lo verdadero, y lo posible es una provincia de lo verdadero. Está positivamente emparentada con lo infinito.”

Charles Baudelaire, Salón de 1859. Carta al Sr. Director de la Revue Francaise, 1859 [2017, p. 236]

“En ocasiones un hombre desea saber el curso de determinada acción; entonces piensa en alguna acción pretérita semejante y en las consecuencias ulteriores de ella, presumiendo que a acontecimientos iguales han de suceder acciones iguales. Cuando uno quiere prever lo que ocurrirá con un criminal recuerda lo que ha visto ocurrir en crímenes semejantes: el orden de sus pensamientos es este: el crimen, los agentes judiciales, la prisión, el juez y la horca. Este género de pensamiento se llama previsión, prudencia o providencia; a veces sabiduría: aunque tales conjeturas, dadas las dificultad de observar todas las circunstancias, resulten muy falaces. Mas es lo cierto que algunos hombres tienen una experiencia mucho mayor de las cosas pasadas que otros, y en la misma medida son más prudentes; sus previsiones raramente fallan […] El presente sólo tiene una realidad en la Naturaleza; las cosas pasadas tienen una realidad en la memoria solamente; pero las cosas por venir no tienen realidad alguna. El futuro no es sino una ficción de la mente, que aplica las consecuencias de las acciones pasadas a las acciones presentes; quien tiene mayor experiencia hace esto con mayor certeza; pero no con certeza suficiente”.

Thomas Hobbes, Leviathan, 1651 [1984, pp. 18-19]

 

“Y aunque se llama prudencia, cuando el acontecimiento responde a lo que esperamos, no es, por naturaleza, sin presunción. En efecto, la presunción de las cosas por venir, que es providencia, pertenece sólo a Aquél por cuya voluntad sobrevienen. De Él solamente, y por modo sobrenatural, procede la profecía. El mejor profeta, naturalmente, es el más perspicaz; y el más perspicaz es el más versado e instruido en las materias que examina, porque tiene mayor cantidad de signos que observar […] No obstante no es la prudencia la que distingue al hombre de la bestia. Hay animales que teniendo un año observan más, y persiguen lo que es bueno con mayor prudencia que un niño puede hacerlo a los diez […] La prudencia en una presunción del futuro basada en la experiencia del pasado.”

Thomas Hobbes, Leviathan, 1651 [1984, pp. 19-20]

El esquematismo

“En la medida en que la imaginación es espontaneidad, la llamo también a veces la imaginación productiva, y la distingo así de la reproductiva, cuya síntesis está sometida solamente a leyes empíricas, a saber, las de la asociación.” [B152]

Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, 1787 [2003, p. 288]

El esquema trascendental “debe estar en homogeneidad, por una parte, con la categoría y, por otra parte, con el fenómeno, [lo cual] hace posible la aplicación de la primera al último. Esta representación mediadora debe ser pura (sin nada empírico), pero debe ser, por una parte intelectual, y por otra parte, sensible […] El esquema, en sí mismo, es siempre sólo un producto de la imaginación; pero en la medida en que la síntesis de esta última no tiene por propósito ninguna intuición singular, sino únicamente la unidad en la determinación de la sensibilidad, el esquema ha de distinguirse de la imagen. Así, cuando pongo cinco puntos uno después del otro… esto es una imagen del número cinco. En cambio, si solamente pienso un número en general, que tanto puede ser cinco como cien, este pensar es la representación de un método que sirve para representar en una imagen una cantidad conforme a cierto concepto […] A esta representación de un procedimiento universal de la imaginación para suministrar una imagen a un concepto la llamo esquema.” [B179]

Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, 1787 [2003, p. 305]

“Nuestros conceptos sensibles puros no tienen por fundamento imágenes de objetos, sino esquemas. No hay imagen alguna de un triángulo que pueda nunca adecuarse al concepto de triángulo en general; porque ninguna alcanzaría la generalidad del concepto, el cual se aplica igualmente a todos los triángulos […] El esquema del triángulo no puede existir más que en el pensamiento, y señala una regla de la síntesis de la imaginación en relación con figuras puras en el espacio. Un objeto de la experiencia o su imagen alcanzan aún mucho menos al concepto empírico, pues este se refiere siempre inmediatamente al esquema de la imaginación como a una regla que sirve a determinar nuestra intuición conforme a cierto concepto general. El concepto de perro, por ejemplo, designa una regla según la que mi imaginación puede diseñar de un modo general la figura de un cuadrúpedo, sin limitarse a una figura particular de la experiencia, ni a cualquier imagen posible que in concreto pueda representarme.” [B180]

Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, 1787 [2003, p. 306]

“Podemos decir que la imagen es un producto de la facultad empírica de la imaginación productiva, y que el esquema de los conceptos sensibles (como de figuras en el espacio) es un producto y en cierto modo un monograma de la imaginación pura a priori, mediante el que y por el cual son sólo posibles las imágenes, y que esas imágenes no se pueden enlazar al concepto más que por medio del esquema que designan […] El esquema de un concepto puro del entendimiento es algo que no puede reducirse a ninguna imagen, y no es más que la síntesis pura operada por según una regla de unidad […] Es un producto trascendental de la imaginación.” [B181]

Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, 1787 [2003, p. 307]

[Para Kant], “imaginación ya no quiere decir hacerse ideas o imaginar algo, sino que da un sentido fundamentalmente nuevo al acto de imaginación: es el acto por el cual determinaciones espacio-temporales van a ser puestas en correspondencia con determinaciones conceptuales […] La imaginación ya no es la facultad por la cual producimos imágenes. Es la facultad por la cual determinamos un espacio y un tiempo de una manera conforme a un concepto. Se trata ciertamente de la imaginación productiva por oposición a la imaginación reproductiva.”

Gilles Deleuze, Kant y el tiempo, 1978 [2008, p. 94]

“El esquema es una regla universal de producción […] Si tienen la regla de producción tienen un esquema. Esto es muy interesante desde el punto de vista de un estudio del juicio. Consideren los dos juicios siguientes. «La línea recta es una línea exaequo en todos sus puntos». Tienen ahí una definición lógica o conceptual, tienen el concepto de la recta. Si dicen «la línea recta es negra», tienen un hallazgo en la experiencia, no toda línea recta es negra. «La línea recta es el camino más corto de un punto a otro» es un tipo de juicio totalmente extraordinario según Kant. ¿Por qué? Porque no se reduce a ninguno de los dos extremos que acabamos de ver.”

Gilles Deleuze, Kant y el tiempo, 1978 [2008, p. 98]

“¿Qué es «el camino más corto»? Kant nos dice que «el camino más corto» es la regla de producción de una línea como recta. Si ustedes quieren obtener una recta, toman el camino más corto. No se trata en absoluto de un predicado. Cuando ustedes dicen que la línea recta es el camino más corto, parecen tratar «el camino más corto» como un predicado. De hecho, no es para nada un predicado, es una regla de producción. «El camino más corto» es la regla de producción de una línea como línea recta en el espacio y en el tiempo. ¿Por qué en el tiempo? Aquí deben comprender por qué el tiempo está envuelto en el espacio, y al mismo tiempo es más profundo. Ustedes no pueden definir «lo más corto» independientemente del tiempo.”

Gilles Deleuze, Kant y el tiempo, 1978 [2008, p. 98]

Esquematismo y técnica

“La tarea que el esquematismo kantiano esperaba aun de los sujetos, a saber, la de referir por anticipado la multiplicidad sensible a los conceptos fundamentales, le es quitada al sujeto por la industria. Esta lleva a cabo el esquematismo como primer servicio al cliente. En el alma, según Kant, debía actuar un mecanismo secreto que prepara ya los datos inmediatos de tal modo que puedan adaptarse al sistema de la razón pura. Hoy el enigma ha sido descifrado […] Para el consumidor no hay nada por clasificar que no haya sido ya anticipado en el esquematismo de la producción.”

Theodor Adorno y Max Horkheimer, Dialéctica de la ilustración, 1944 [1998, pp. 169-170]

“Kant sólo puede hablar él mismo del número mil (1.000) porque dispone de sistemas técnicos y materializados de notaciones que permiten manipulaciones de símbolos y fijar por medio de esta imagen un resultado de una operación del entendimiento que aquí es en primer lugar una operación conjunta de los sentidos interno y externo […] De hecho, el número en general solo puede ser concebido a condición de ser representado en un sistema de huellas llamado sistema de numeración, que siempre remite a un gesto que constituye él mismo una manipulación de símbolos externos por naturaleza – y no existe cálculo mental que no resulte de la interiorización secundaria de un cálculo por medio de manipulaciones (externas/técnicas).

Bernard Stiegler, La técnica y el tiempo, v. III, 2001 [2004, p. 80]

“Repitamos a título de la cuestión de la imaginación transcendental que no existe imagen mental sin imagen objeto.”

Bernard Stiegler, La técnica y el tiempo, v. III, 2001 [2004, p. 82]

Imaginación técnica

“Cuando hacemos un cuadro, cuando lo imaginamos, nos alejamos del mundo y entramos en nosotros mismos. La imaginación es nuestra capacidad de alejarnos del mundo hacia ese no lugar. Esta no es una explicación, es solo una descripción, porque es prácticamente imposible explicar cómo lo hacemos.”

Vilém Flusser, Una nueva facultad imaginativa, 1990 [2016, p. 120]

“Con la fotografía surgió una nueva imaginación, contraria a la antigua […] Se diferencia de aquel otro gesto figurativo que se ha venido discutiendo hasta aquí: no es un gesto que abstrae ni uno que se retira, sino por el contrario concretiza, proyecta. En verdad ambos gestos llevan a la creación de imágenes (y por lo mismo, ambos pueden ser llamados imaginación) pero se trata, en ambos casos de otro tipo de imágenes […] El primer tipo de imágenes hace la mediación entre el hombre y su mundo; el segundo tipo, lo hace entre cálculos y su posible aplicación en el entorno.”

Vilém Flusser, Una nueva facultad imaginativa, 1990 [2016, pp. 127-128]

“El proceso codificador de las imágenes técnicas ocurre dentro esta caja negra, y toda crítica de las imágenes técnicas debe concurrir al esclarecimiento del interior de esa caja negra. Mientras la crítica fracase en esto, permaneceremos ignorantes en lo que respecta a las imágenes técnicas.”

 

“Una cámara bien programada nunca podrá ser completamente desentrañada por ningún fotógrafo, ni por todos los fotógrafos juntos. Ella es, en el sentido más amplio, una caja negra.”

 

“En síntesis, los aparatos son cajas negras que simulan el pensamiento humano en cuanto juego de que combina símbolos; los aparatos son cajas negras científicas que juegan a pensar.”

Vilém Flusser, Hacia una filosofía de la fotografía, 1983 [1990, pp. 19-31]

¿Y la fenomenología?


Referencias
  • Adorno, T. y Horkheimer, M. (1998) Dialéctica de la ilustración. Madrid: Trotta.
  • Baudelaire, C. (2017) Salones y otros escritos sobre arte. Madrid: Machado Libros.
  • Burke, E. (1987), Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo bello y lo sublime. Madrid: Tecnos.
  • Deleuze, G. (2008) Kant y el tiempo. Buenos Aires: Cactus.
  • Descartes, R. (2017) Meditaciones metafísicas. Madrid: Alianza.
  • Flusser, V. (1990) Hacia una filosofía de la fotografía. México: Trillas.
  • Flusser, V. (2016) “Una nueva facultad imaginativa”, Vilém Flusser y la Cultura de la Imagen. Valdivia: Ediciones UACh.
  • Hobbes, T. (1984) Leviathan. México: Fondo de Cultura Económica.
  • Hume, D. (1992) Tratado de la naturaleza humana. Madrid: Tecnos.
  • Kant, I. (2003) Crítica de la razón pura. Buenos Aires: Losada.
  • Locke, J. (2005) Ensayo sobre el entendimiento humano. México: Fondo de Cultura Económica.
  • Stiegler, B. (2004) La técnica y el tiempo, v. III. Hondarribia: Hiru.